Cuando nos encontramos ante un momento importante en la vida solemos sentir un tipo de vértigo de esos que te inmovilizan, te hacen sentir frío en la espalda y que atenúan las luces que tienes a tu alrededor, volviéndolo todo más oscuro y tétrico. Especialmente ocurre cuando nos enfrentamos a momentos que cambian el rumbo de nuestras vidas: una crisis económica, el fin de los estudios, un trabajo importante, luna ruptura, etc. En Vidas samuráis de Julia Sabina, publicado por la Editorial Destino, encontramos un homenaje a esos jóvenes que fantaseaban con encontrar su lugar, sentir que estaban en el momento adecuado, y toparse con el ansiado éxito profesional… a miles de kilómetros de la ciudad que les vio nacer.
Y, además, lo hace con un tono directo, desenfadado. Con unos personajes muy perfilados y cercanos. Donde una amistad puede ser un salvavidas o un ancla; una ciudad una tumba o una ráfaga de aire fresco; un camino untrampolín o un callejón sin salida.
Vidas samuráis de Julia Sabina
En Vidas samuráis de Julia Sabina conocemos la historia de Maribel, una madrileña que viaja Lille (Francia) para trabajar en su doctorado sobre la Torre Eiffel. Aunque Maribel ve en Francia la posibilidad de encontrar un futuro profesional, el país supone mucho más para ella. Supone un nuevo comienzo, el sentir que formas parte de algo. En echar raíces. En sentir hogar y calidez en un sitio lleno de posibilidades.
Sin embargo, cuando llega a Lille, Maribel descubre que la ciudad no es ese idílico rincón francés de gente elegante, conversaciones apasionantes y luminosidad que ella esperaba. También que el pretexto de su tesis sonaba muy bien desde Madrid, pero que cuando llega no sabe por dónde encauzarlo e incluso tiene grandes problemas para relacionarse con los franceses y encontrar su lugar. En formar parte de la sociedad.
En esta historia, en la que si cambiamos «Lille» por «Madrid», «Londres», «Berlín», «Nueva York» o cualquier ciudad, y «Maribel» por cualquiera de nuestros nombres, encontraremos una gran cantidad de sentimientos y vivencias que bien podrían ser personales. Por las que toda persona joven ha pasado en mayor o menor medida. El miedo a no encajar, a fallar, a no encontrar tu lugar.
Lo que hace especial el libro
En Vidas samuráis de Julia Sabina he encontrado una trama familiar pero también original. Al final, cuando lees una historia con tantos tintes realistas es muy difícil no empatizar con los personajes y aquí sin duda lo haces. Más con la cantidad de imágenes que la autora relata, tan gráficas que casi puedes cerrar los ojos e imaginar a Maribel arrastrando su maleta por los adoquines de Lille o detrás de la barra de Le Relax.
La historia de Maribel es la de tantos jóvenes que veían esas grandes ciudades europeas la luz y la posibilidad de éxito. Donde imaginar esas escenas tantas veces representadas por películas, series y libros se convierte en algo inevitable, casi alcanzabl. ¿Quién no ha fantaseado con vivir en París, deambular por la orilla del Sena y tener charlas intelectuales en cafeterías? o, por ejemplo, ¿ver a las chicas correr por Manhattan con ropa de oficina y unas deportivas en la mano?
Me ha gustado especialmente que Julia Sabina no haya intentado dulcificar lo difícil que supone emprender una nueva vida en una ciudad nueva. Donde no conoces bien el idioma y la gente puede ser hostil. Donde la protagonista no vive un cuento de hadas edulcorado ni todas las puertas se abren en su camino. Donde la ralidad se topa de frente con el ideealismo de las ciudades.
Por qué Vidas samuráis
De hecho los comienzos de Maribel son muy duros, tantos que en su situación muchos habrían renunciado. Es doloroso ver cómo los sueños y el desencanto de la realidad suponen un abismo en la protagonista, cómo se sumerge en el caos y se siente desorientada y perdida.
Pero también resulta reconfortante ver cómo es posible con esfuerzo y trabajo, como tantos otros jóvenes lo consiguieron. He disfrutado muchísimo de la lectura y también con los personajes secundarios, donde muchos, tras tenerlo todo, se dan cuenta que a veces en la vida hay cosas más importantes que el futuro profesional. Y que lo que parecía un gran abismo, no es más que una parada más en el camino.
«He titulado a esta novela Vidas samuráis porque los samuráis viajaban, aprendían y luchaban, como han hecho tantos de ellos (los jóvenes) durante estos movidos años de crisis permanente»
Julia Sabina
Otro aspecto interesante es poder conocer las «tripas» del mundo académico que la autora conoce tan bien. De la carrera de fondo que supone encontrar tu camino. Vidas samurráis es su primer libro publicado, un relato muy bien contado y honesto. De hecho, los derechos de traducción ya se han cedido para poder ser publñicada en Italia.