¡Buenos días a todos! Hoy os dejo con un libro que tenía desde hace meses pendiente y que por falta de tiempo no lo pude reseñar. Esta vez (y sin que sirva de precedente) la reseña no será mía, si no de Juan Picón Alonso al que le dejé el libro y me devolvió ese texto que tanto me ha gustado ( que por cierto, se estrena en el mundo de la crítica literaria).
Los horres del Escalpelo de Daniel Mares · Editorial: Grupo Ajec · Nº de páginas: 832 · Precio: 27.60€
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978-84-15156-12-3 |
» Durante el año 1888, Raimundo Aguirre, criminal de poca monta considerado un monstruo, dice saber donde se encuentra el Ajedrecista de Maelzel, un autómata supuestamente desaparecido tiempo atrás. Esta información llega a Leonardo Torres, un ingeniero español de buena familia. La búsqueda del autómata sumerge a ambos en un mundo de contrastes: los más bajos fondos de Londres y las más altas esferas de la sociedad. Al mismo tiempo, se suceden los asesinatos de prostitutas, atribuidos a un tal Jack el Destripador. De esta forma, no solo se trata de encontrar el autómata, si no también de desenmascarar al asesino.»
En lo que respecta a Raimundo, es un personaje que causa repulsión en un principio, es un cobarde, queda mutilado durante la guerra y durante el resto de su vida es un retrasado incapaz de hacer algo que no sea de dudosa legalidad, ni tan siquiera puede hablar con fluidez. A medida que avanza su narración te das cuenta de que nunca ha recibido nada bueno de nadie, por eso se comporta así, y esa repulsión se reemplaza por pena. Sin embargo, conocer al que será su amigo Torres, le hace comportarse de forma diferente. Leonardo Torres es justo lo contrario, un hombre curioso, inteligente y bondadoso, se hace querer desde el primer momento, y se verá arrastrado por Raimundo a lugares en los que se encuentra fuera de lugar.
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Daniel Mares |
Nos enfrentamos a un libro muy voluminoso, es enorme, denso y con mucha información. Su lectura es lenta, muy lenta, pasan las páginas y se tiene la extraña sensación de no haber avanzado nada en las últimas horas. En un principio es incluso complicado entender cual es verdaderamente la trama del libro, ya que las primeras 200 páginas sirven meramente de introducción, con un gran lujo de detalles y poca relevancia en la historia.
Una vez se ha entrado en el grueso de la trama, engancha mucho, te mantiene para saber que sucederá después, quién ha cometido los asesinatos y por que. Te inmiscuye también en el seno de una familia noble, los Abbercromby, que en un principio parece perfecta, pero más adelante se van descubriendo sucesos inesperados y tramas que ensalzan o enturbian a los integrantes de la misma.
Pese a que me tuvo muy enganchado, debo admitir que el final me decepcionó un poco, no me gustó ese giro hacia la ciencia-ficción que se le da, por no hablar de que, y no me siento orgulloso de esto, no entendí la conclusión de la historia, a mi juicio quedan cabos sueltos, que también es posible que no lo comprendiera por saturación de información.
Está narrado principalmente en primera persona, ya que esta basado en la historia que el protagonista, Raimundo Aguirre, cuenta a dos misteriosos personajes cuya identidad se desconoce. Sin embargo, pese a que esa es la parte central del libro, también les sucederán aventuras a los susodichos. Ambos planos de la narración se suceden de forma paralela y continuada, es decir, en el momento que Aguirre deja de hablar comienza su trama y viceversa. De vez en cuando se intercala incluso una tercera historia, que consiste en la lectura de un libro relacionado con el tema de los asesinatos que, sinceramente, poco sentido le encontré.
Es un libro duro, explicito y llega a ser desagradable en más de una ocasión. La muerte está presente durante gran parte del relato, al igual que el misterio. A la hora de detallar un asesinato el autor no se priva de dar hasta el más último y escabroso detalle y pensamiento de quien lo perpetúa. La cronología de la narración a veces es un pocoliosa, ya que mezcla vivencias de Raimundo, Torres y, ocasionalmente, de diferentes personajes, sin estar ellas aparentemente conectadas, pero que al final van dando forma al conjunto del misterio.
Hay que agradecer al autor que en las primeras páginas del libro ha introducido un glosario con todos los personajes que aparecen en la obra, junto con una descripción y su participación en la misma. Personalmente esto me sorprendió mucho y ayudó, ya que en una obra tan larga, cuando aparece un nombre que no has visto hace 300 páginas, este tipo de detalles se agradecen. No contento con eso, también ha incluido al final un mapa con las calles del barrio donde se suceden los asesinatos (Whitechapel) y los puntos exactos en los que se encuentra cada cadáver. Esto también sirve de apoyo para inmiscuirse más en los momentos en que se habla de calles y sientes curiosidad por saber donde se encuentran los personajes. Eso si, trata de no ver ese mapa hasta bien avanzado en la historia, ¡ya que desvela los paraderos de muertes de personajes que puede que todavía estén vivos en tu lectura!
Para finalizar, pese a todos los detalles que ensucian la novela, tales como la lentitud, exceso de información y ese final en el que cambia completamente el género de la novela, debo decir que me ha parecido muy buena, muy completa, lo cual denota el cuidado que le ha puesto el autor en las descripciones y muy adictiva, ya que te mantiene siempre en vilo. Que no te eche para atrás el volumen del libro, si no más bien todo lo contrario.