Conforme vi que Feria salía al mercado, con sus banderines y colores, y su atractivo argumento, supe que iba a tener mucho recorrido. Porque ya había leído a Ana Iris en sus artículos de Vice y su espontaneidad, originalidad y cómo mezclaba tantas referencias con su ingenio característico, resultaban un cóctel refrescante y necesario (algo que tanta falta le hace al sector literario).
Tal cual escribo estas palabras, veo que Círculo de Tiza, la editorial que hay detrás del libro, acaba de anunciar que publicarán su sexta edición, y pese a ello, estoy segura de que esta cifra se quedará obsoleta en apenas unos meses. Porque está escrito con tanto cariño, con tanta frescura y tanta autenticidad, que es muy difícil no caer rendido. Y os cuento por qué.
De qué trata Feria de Ana Iris Simón
Sé que muchos sacarán cientos de matices en el libro sobre lucha de clases, que puede ser un «instrumento» muy goloso para reivindicar ciertos aspectos sociales y políticos, como la despoblación rural, las tradiciones, el lumpen proletario, la patria, los orígenes, el campo, la clase media, lo políticamente incorrecto, la formación académica… pero para mi, Feria de Ana Iris Simón, es una carta de amor incondicional hacia su familia. Y un homenaje precioso.
Sin el complejo de intentar aparentar. De intentar ser. De intentar cambiar. Porque Ana Iris habla de muchas cosas a lo largo de las páginas de Feria, y envía mensajes contundentes que te hacen cuestionarte muchas cosas. En ciertos aspectos incluso pueden generarte rechazo según tus ideales. Pero si algo me ha dejado huella es comprobar cómo las personas que han pasado por su vida le han permitido ser ella, tener una historia diferente, y le han enriquecido tanto que no podría compararse con ningún otro curso, máster o carrera universitaria.
Feria de Ana Iris Simón habla de las dos familias de la escritora: los que vienen de la parte materna, feriantes, y de los Simones, de parte paterna. Muy ligados al campo. Aunque ambas familias son muy distintas, gracias a ellas Ana Iris consigue trazar un alegato en torno a los orígenes, a la familia. Una crítica al pensamiento de que «lo de pueblo» es peor, que el modernismo nos ha liberado pero también nos ha hecho vivir una vida más pobre. Más vacía. Aunque afirmar esto sea bastante polémico.
Qué tiene de especial el libro
Porque aunque la autora narra aspectos de su vida privada a lo largo de esta novela autobiográfica, también teje ciertos argumentos que han comulgado de alguna forma con gente de ideologías diferentes. De ahí que el libro haya sido ensalzado por distintos medios totalmente opuestos. Y, por qué no, también generado cierto debate en torno a ello. ¿Es la «patria» una línea argumental estrictamente de «la derecha»? ¿Lo es también la familia y la tradición? ¿Se puede ser comunista y a la vez creer en Dios?
Feria de Ana Iris Simón describe a lo largo de sus capítulos -donde cada uno tiene un personaje protagonista, aunque haya algunos totalmente transversales a la historia- unos personajes tan ricos, tan originales y tan entrañables, que (como bien dice Ana Iris) bien podrían ser parte de un guión de Almodovar. Salvo que son tan especiales que solo podrían ser reales.
El trabajo que ha hecho Ana Iris, de abrirse en canal, de compartir con los lectores detalles tan personales y tan simbólicos, hace que fácilmente se convierta en un discurso generacional en la que los nacidos en los 90 pueden verse reflejados en miles de detalles. Aunque también, con su crítica a lo que supone la «modernidad», es fácil que muchos de nosotros podamos sentir también cierta vergüenza al vernos reflejados.
Pese a ello, creo que una de las razones de su éxito es que, aunque no compartas edad, no vengas de pueblo ni hayas nacido en La Mancha, está escrito mezclando tanto simbolismo (como el de las señoras tomando el fresco en una silla de propaganda en la puerta de casa o lo caótico de las grandes reuniones familiares) que es fácil sumergirte (y sentirte partícipe) en su historia. Aunque la tuya haya sido totalmente diferente.