¿DE QUÉ TRATA SHEILA LEVINE ESTÁ MUERTA Y VIVE EN NUEVA YORK?
Pero ella tiene otros planes. Ella quiere vivir en Nueva York, ser independiente económicamente, quiere un trabajo creativo, quiere viajar por Europa y si, eso si, quiere casarse. Sin embargo, aunque va consiguiendo casi todos sus objetivos, no encuentra ningún chico que le guste especialmente (o que quiera comprometerse con ella).
En un mundo en el que Internet todavía no tiene cabida, Sheila intenta por todos los medios conocer chicos. Organiza fiestas, va a todos los eventos que la invitan, se apunta a sindicatos y va de vacaciones a los sitios de moda… pero nada. Sheila liga y mucho pero todos son unos auténticos capullos con ella. ¿Cómo casarte si lo primero que te dice un tío es ‘te quiero follar‘?
Sin embargo, todo su entorno de amigas y conocidas está casándose (hasta su hermana pequeña parece que va más encaminada que ella) mientras que Sheila se preocupa por sus kilos de más
LO QUE HACE ESPECIAL EL LIBRO
‘Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York‘ es una crítica mordaz a las obligaciones y patrones sociales. A las presiones a las que las mujeres nos vemos sometidas tanto a nivel personal o social como a nivel profesional, todo visto desde un punto irónico. Es curioso que, pese a que se escribió en 1971, el texto de Gail Parent sigue siendo actual. Sheila bien podría ser una Bridget Jones o una Hannah Horvath: una chica regordeta, una chica corriente.
Al igual que en los capítulos de la serie de Lena Dunham, Girls, también hay momentos surrealistas que consiguen sacarte una carcajada (como cuando Sheila se acuesta con un chico de color por miedo a que la llamen racista). Lo que me costó al principio fue asimilar la poca confianza que tenía el personajes en ella misma.
¿Vosotros/as lo habéis leído? ¿Qué pensáis de Sheila?
¡Nos leemos!