Masters of Sex es una serie que descubrí por casualidad y que tras ver las
buenas críticas que iba cosechando, decidí echarle un vistazo a su primera temporada. He decidido escribir este artículo conforme he terminado de ver la segunda temporada de la serie ya que hacía tiempo que no traía el análisis de una adaptación cinematográfica aunque he de reconocer que no he leído el libro. Antes de que sigáis leyendo, avisaros de que
NO CONTIENE SPOILERS SIGNIFICATIVOS.
De qué trata Masters of Sex
Masters of Sex trata sobre la vida de dos personas relacionadas con un estudio sobre la sexualidad desde una perspectiva científica. Se desarrolla en los años 60 y está basada en un libro de Thomas Maier. Sus protagonistas William Masters y Virginia Johnson, investigan y analizan los comportamientos de las parejas en este campo, partiendo de la base de que la historia se desarrolla en una época llena de tabúes.
Al principio, lo que surge como una mera hipótesis para aunar respuestas a muchas preguntas sobre los impulsos irracionales en las relaciones sexuales, va derivando en un estudio en el que además de marcar un antes y un después en el campo médico, consigue involucrar y dar un giro de 180º en la vida de las personas que trabajan en él.
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Bill Masters |
Bill Masters, el protagonista, es un prestigioso ginecólogo famoso por conseguir que parejas con problemas para concebir, tengan hijos bajo una serie de tratamientos de fertilidad. Él trata a parejas de gran poder en la sociedad y mantiene un puesto de relevancia en uno de los mejores hospitales de la ciudad.
Tiene una mujer que cumple el prototipo de sueño americano cual Jackie Kennedy y juntos, forman una pareja aparentemente ideal. Aunque en realidad, en la intimidad nada es tan idílico como parece. No tienen hijos ni tampoco intimidad como pareja. Apenas hablan sobre asuntos relevantes y prácticamente se centran en convivir como extraños y parecer una pareja en eventos sociales. Mantienen una relación como las de antaño: conservadora y convencional. Por mucho que Libby (su mujer) intente alguna vez evitarlo.
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Virginia Johnson |
Un día, Bill decide retomar una serie de pensamientos que le rondaban la cabeza desde joven para poder comprender cómo actúan los distintos individuos con respecto al sexo. Para este estudio, contrata como secretaria a Virginia Johnson (protagonista) una madre divorciada a cargo de dos hijos que si bien no tiene muchos estudios, resulta altamente eficiente en las tareas administrativas y demuestra poseer mucha ambición.
Poco a poco, comienza a desarrollar un interés cada vez mayor en el estudio y a formar parte del mismo con mucha dedicación. Como no podía ser de otra manera, entre el estudio de los casos y las muchas horas de trabajo,
surge una relación íntima entre ambos protagonistas. Y digo íntima porque ninguno de los dos lo considera como una relación amorosa, ya que simplemente ponen en práctica sus propias experiencias como pretexto para el estudio. Masters se muestra completamente posesivo y dominante con Virginia, de tal forma que no deja a ésta desarrollarse de forma profesional. Aunque lo que si que podemos ver es como
Masters pierde los papeles cuando no puede controlar a su compañera, al menos como hace con su mujer.
Sin embargo, en la segunda temporada, la relación de ellos dos muta hacia algo más agresivo, posesivo y pasional. Se olvidan de las métricas del estudio y se centran en la relación que tienen. Olvidando pues, el matrimonio de uno y las responsabilidades paternales de la otra.
Y son estos encuentros en los que podemos conocerlos a ambos. Ver como son en realidad y descubrir aspectos de sus vidas pasadas. En especial la de Masters quien se muestra reservado, celoso de su intimidad y orgulloso en todo momento. La segunda temporada no se centra tanto en el estudio si no en como éste trastoca la vida de las personas que están involucradas en él. Punto a favor que (a mi juicio) hace darle un empujón a la serie y dejarla a la altura de su primera temporada (que deja de ser un símil de Mad Men). Los capítulos son más duros y tienen una carga emocional mucho mayor.
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Betty DiMello junto a Masters |
Los personajes secundarios se enriquecen y consiguen evolucionar a lo largo de las dos temporadas. Como en toda serie, hay algunos que aparecen y desaparecen pero, existen otros que recrean historias interesantes que moldean la trama general. Betty diMiello aparece como una pieza clave en el estudio. Es una prostituta lesbiana que sirve de fuente de información (y prueba de ensayo) en las hipótesis de Masters. Consigue engrandecer su personaje hasta tal punto que podemos ir siguiendo su historia personal y conocerla mejor con cada capítulo y, para mi, es uno de los mejores personajes de la serie.
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Libby Masters y al fondo la madre de Bill |
Por otro lado, un personaje que en la primera temporada resulta insustancial y que en la segunda pega un vuelco gigantesco, es el de Libby. El giro argumental de su personaje me parece un gran punto extra ya que hasta entonces lo único que hacía era aburrir y ser un impedimento entre Bill y Virginia. Era demasiado sumisa, demasiado inocente, demasiado irrelevante.
También, el personaje de la Dr. Lillian DePaul me parece uno de los más interesantes de las tramas secundarias, aunque no quiero comentar mucho de ella para evitar los temidos spoilers.
Otro punto extra de la serie que me parece relevante, es el personaje de Essie, la madre de Bill. Esconde mucha información del pasado de su hijo y consigue que el espectador conecte con ella y sienta lo que su lenguaje no verbal transmite. Es un personaje atormentado, sumiso que intenta recuperar a su hijo tras vivir toda una vida a la sombra de su marido.
Como no podía ser de otra manera, desarrollándose en los años 60 como se desarrolla, la sociedad y la Historia influyen en la trama de la serie. Quizá en la primera temporada solo podemos verlo a nivel de la relación entre las parejas o los prejuicios hacia las mujeres de una forma más sutil, pero en la segunda vamos algo más allá. Esto se refleja en noticias que aparecen en tv o en hechos como el nombramiento de Kennedy como presidente. Otro tema social que se refleja es el racismo tan arraigado en la sociedad norteamericana, aunque quizá esto se desarrolle de una forma más forzada que otros aspectos sociales.
En defintiva, Masters of Sex no es una serie convencional. De hecho, la relación del espectador con el protagonista es de amor y repulsión a partes iguales según cómo va tratando a Virginia o como va afrontando sus problemas personales. Lo que no podemos negar es que existe una gran química entre ambos y que ésta facilita ciertas escenas que, aunque aparentemente no pase gran cosa, conllevan una gran carga emocional y transmiten emociones y sentimientos con su lenguaje corporal. Véase el tercer capítulo de la segunda temporada donde (sin pasar gran cosa aparentemente) se desarrolla en una habitación de hotel y consigue ser uno de los más relevantes tanto en su relación como en el transcurso de la serie. Eso si, lo que no desaparecen son los desnudos ni las escenas explícitas en ninguna temporada (aunque en la segunda son menos abundantes).
Espero que os haya gustado estas pinceladas de la serie. ¡He intentado evitar los spoilers! Y, si la habéis visto, me encantaría saber qué os ha parecido esta última temporada.
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