Los redactores están infravalorados.

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Me permito dirigirme a vosotros, esta vez no con un ¡Buenos días! Tampoco ¡ Buen empiece de semana! hoy, he conseguido hartarme de algo que lleva haciendo mella en mi y que no puedo seguir dejándolo pasar. 
No se si muchos de vosotros os sentiréis identificados o no con esta pequeña muestra de expresión pero al menos espero que llegue a algunos ojos que estén directamente relacionados con el asunto que me ha llevado hasta aquí. 
Dada la actual situación que existe en nuestra sociedad, es bien sabido que encontrar trabajo es una ardua casi imposible tarea. Pero a los jóvenes (y no tan jóvenes) no nos queda otra que intentar tirar para alante e intentar salir al mundo laboral. Soy una mente inquieta. Me encanta hacer mil cosas a la vez y disfruto trabajando. Siempre tengo algún trabajo, estudio en la universidad y llevos dos blogs de temáticas variadas. Es por eso que, desde que empecé a escribir artículos (Hace más de tres años) nunca me han faltado lugares donde hacerlo. Pero hace un tiempo, quise aprovechar mi pasión por la escritura e intentar sacar algún beneficio económico, y no se si alguno de vosotros lo ha intentado. Si es así, mis más sentidas condolencias. 
Si buscáis empleo+redactor+blogger seguramente encontraréis cientos de ofertas al respecto. Diréis «vaya, que bien, seguro que hay alguna que se ajusta a mi perfil» y no os equivocaréis, pero sólo si «pasáis por el aro» de la esclavitud. Y si, digo esclavitud. Cientos de ofertas buscan redactores licenciados o no, ¡ya les da igual! pero que les realicen unos artículos de mínimo 500 palabras por un euro o un dólar por post (e incluso he visto 0.25$). 

¿Dónde vamos a llegar? Escribir es un hobby para muchos de nosotros, pero también un trabajo para cientos otros. Se pide inglés, experiencia en el sector de mínimo un año, conocimientos básicos de HTML, redes sociales, cursando alguna licenciatura, procesadores de imágenes e incluso vídeos y artículos de 500 palabras o más, para que luego te paguen una miseria y ellos se lleven todos los logros (pues muchos ni si quiera te dejan firmar artículos con tu nombre). Pues bien, una que escribe se ha cansado y mucho. No todo el mundo es capaz de redactar con un estilo periodístico. No todo el mundo reúne todas las condiciones. Pero lo que no puede ser es que se aprovechen de esta maldita situación económica que existe y exploten a la gente. Pues pese a que un dólar es una miseria, hay muchísimas empresas que ni si quiera pagan bajo el título «Prácticas no remuneradas». Si exigen ciertas aptitudes, que las recompensen.

Es cierto que por algún lado hay que empezar y aprender pero con un mínimo de incentivo. No me importaría hacer prácticas en alguna empresa de mi ciudad, ¿Pero que se quedasen con mis artículos, sin nombre, gratis y encima dando gracias porque nos dejen hacerlo? No, ya no. ¿Cómo pretenden que una persona se involucre en un trabajo, de lo mejor de sí y se esfuerce por mejorar y evolucionar? Ni idea. Así que si queréis aprender y ganaros la vida en esto como yo,  intentarlo de todas las formas posibles pero que NO SE APROVECHEN DE VOSOTROS. No podemos dejar que se menosprecie este oficio. Porque todo el mundo puede escribir pero no todo el mundo siente pasión por ello.

Nos leemos (y espero que más optimistas),

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Miryam Artigas

¡Hola! Soy Miryam Artigas, y llevo escribiendo en esta web desde julio de 2009. Adoro leer, la fotografía, ver películas y series, cuidar mis plantas y hacer yoga.

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