El 23 de abril es uno de los días más bonitos del año: el Día del Libro. Aunque nunca he vivido en Barcelona (y por tanto no he experimentado la tradición de libro/rosa) siempre lo he vivido como algo especial.
Me acuerdo que, cuando era pequeña, nos pedían que llevásemos un libro al colegio para intercambiarlo con los compañeros. Y, aunque era de forma muy sutil, siempre se le daba a ese día un toque de fiesta que era muy bonito. Ese pequeño gesto de trueque permitía poder conocer nuevas historias, y eso me encantaba.
Aunque nunca vi el colegio como un sitio que te fomentara a leer y descubrir historias (fuera de las estrictamente determinadas por el Ministerio), sigo agradeciendo que se potenciara este tipo de eventos.
Día del Libro, ¿por qué el 23 de abril?
Puede que mucho ya lo sepáis pero quizá otros no. El 7 de Octubre de 1926 fue el primer Día del Libro, promovido por el escritor Vicente Clavel Andrés. Es una fecha muy especial porque el 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes y Shakespeare.
Como cada año Barcelona y Madrid se han llenado de color y de eventos literarios. Y, aunque este año lo vivo en la distancia, no quería dejar pasar la oportunidad de felicitaros el día. Porque hoy hay que salir a la calle. Es el momento de descubrir nuevos autores y títulos. De conocer a ése autor, ésa autora, que te gusta tanto y llevarte su firma. De llevar a los más pequeños y que vean lo bonito que puede ser esa fiesta.
Para mi, el Día del Libro también es un pistoletazo de salida: un aviso de que la Feria del Libro de Madrid está a punto de comenzar. Y es una de las épocas más bonitas que hay en Madrid: Por fin hace buen tiempo, el Parque de El Retiro está precioso y se llena de casetas con autores, editoriales, libreros y lectores.
En definitiva, ¡Feliz Día del Libro! A escritores, editores, correctores, libreros… y en especial a vosotros: los lectores. Porque sin vosotros nada de esto tendría sentido.