Monotonía. Pereza. Poco tiempo libre. Sueño. Trabajo… son algunos de los elementos que hacen que se rompa nuestra rutina lectora y abandonemos a ese fiel compañero que nos espera en la mesita de noche (o en el fondo del eBook/iPad, que muchos os habéis modernizado).
En mi caso el trabajo me mantuvo alejada durante… ATENTOS… casi SEIS MESES. Pasar de leer un libro a la semana a no leer nada fue muy raro. Tenía muchas ganas de leer pero estaba tan estresada y agobiada que no conseguía concentrarme. Y luego no mejoró.
Llevo un mes de «recuperación» y como se que hay mucha gente en mi situación, voy a lanzaros una serie de «consejos» que a mi me han ayudado. Por supuesto esto no es una ley irrefrutable ni nada por el estilo, pero si os pueden ayudar a leer un poquito más, mejor que mejor.
RESÉRVATE 10 MINUTOS AL DÍA PARA TI
Da igual que tengas muchas cosas que hacer. Es malísimo irse a dormir pensando en tooodo lo que tienes que hacer al día siguiente. Oblígate al menos a reservarte diez minutos para ti. Al principio puede que en esos minutos no te apetezca leer, pero lo que puedes hacer es dedicarlos a echar un vistazo a
Pinterest o
Instagram (vamos, algo que no te requiera mucho esfuerzo). Cuando lleves unos días haciéndolo y te acostumbres a tener ese tiempo para ti, es cuando debes empezar a leer.
ESCOGE UNA LECTURA SENCILLA
No se si a vosotros os pasará, pero cuando llevo una temporada sin leer no puedo ponerme con un libro que requiera mucha atención. Prefiero leer algo más «ligero» y cuando lo acabo retomo el que quería o busco otro que me apetezca en ese momento. Y diréis: Vale. Si. Pero, ¿qué libros pueden ser catalogados como «lectura ligera»? Pues cada uno tendrá su opinión, claro, pero aquí van unas cuantas recomendaciones.
NO TE OBLIGUES A LEER UN LIBRO DETERMINADO
Si tienes una lista de libros pendientes y te obligas a leer un determinado libro, puede que no salga bien. Lee algo que de verdad te apetezca, no que «tengas que leer». Da igual que se te acumulen, después podrás leerlos.
MÁRCATE UN OBJETIVO
Si es cierto que no me parece bien tener que «obligarte» a leer un determinado libro, si me parece interesante el marcarte un objetivo: un capítulo al día, 10 hojas, 5… lo que sea. Pero que sea una meta creíble y con la que te sientas a gusto.
Si quieres recuperar el hábito de leer, márcate una meta creíble y saca al menos 10 minutos al día para ti.
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LEE UN LIBRO QUE HAYA SIDO ADAPTADO AL CINE
Quizá pueda ayudarte también. A mi me encanta hacerlo a la inversa pero hay veces que he visto la película y cuando me he enterado que tenía libro, me lo he leído también. Puede ser una lectura rápida (depende del libro también, claro) y no requiera tanta atención porque ya conoces su historia.
VUELVE A LEER UNO DE TUS LIBROS FAVORITOS
En muchos casos sé que funciona. En el mío es raro que un libro que ya haya leído me incite a leer más porque me suele «dar rabia» releer mucho una lectura, siento como que le estoy robando tiempo a otros libros… pero sí que creo que puede ser una buena idea.
Si lo que te pasa es que te cuesta concentrarte, seguro que algo que ya hayas leído (y que te haya gustado mucho) puede ayudarte a retomar el hábito de leer.
Y eso es todo. Espero que os sirvan estos consejos si estáis en uno de esos momentos que cuesta retomar un libro y, por supuesto, que si tenéis otros «trucos» que puedan ayudarnos dejéis un comentario en la entrada con ellos.