A veces, cuando lees el argumento de un libro sabes a ciencia cierta que te va a gustar. Es curioso que esta conexión suceda, porque que te guste o no un libro depende de numerosos factores. En primer lugar,
el argumento de la historia; ésta debe atraparte bien desde el primer momento o quizá un poco después. Por otro lago,
la forma de narrar los hechos… y la
traducción, claro. Pero también son importantes
la personalidad de los personajes y
el ambiente en el que se interrelacionan. Cualquiera de estos factores, podría hacer que nos decidiésemos a leer un libro, pero si no hay una buena sinergia entre todos los elementos, es muy difícil que el resultado final sea notable.
En este epicentro de emociones encontradas me he visto inmersa con la lectura del libro de Atardecer en París del escritor francés Nicolas Barreau. Y os cuento por qué:
Atardecer en París
de Nicolas Barreau
Argumento: El alma de ‘Atardecer en París’ es un pequeño cine llamado Cinéma Paradis. Es un cine como los de antes, sin nuevas tecnologías ni palomitas. Por él han pasado numerosas personas y todas con alguna historia que bien podría protagonizar una película de las que emite. Sin embargo, la que llama nuestra atención es la de Alain, el sobrino del dueño del Cinéma Paradis. Cuando Alain lo hereda, decide plasmar el amor que siente por el cine clásico organizando unos pases especiales los miércoles por la tarde. Allí conoce a una chica misteriosa que asiste sola, siempre lleva un abrigo rojo y se sienta en la misma butaca cada semana. Poco a poco se va obsesionando con ella hasta que por fin, se anima a pedirle una cita y consigue conocerla de verdad. Por culpa del azar, Alain perderá la pista a la misteriosa chica del abrigo rojo y por ello encontrarla se convertirá en su único objetivo.
Como aficionada al cine, cuando leí el argumento (el de arriba no, que es mío, si no el original) me llamó muchísimo la atención. Me encanta la idea idílica de la ciudad de París y combinar ambos elementos me pareció que daría un gran resultado. Sin embargo, la lectura no fue del todo como me imaginaba.
La narración de la historia es muy rápida. De hecho, el libro se lee perfectamente en una tarde. Los personajes están muy bien definidos y Alain es un protagonista con el que es fácil empatizar.
Imaginaos la idea de un cinéfilo empedernido al mando de una clásica sala de cine. Un día, su monótona y tranquila vida, cambia. Un director de cine y una extravagante actriz tienen un flechazo con su Cinéma Paradis y deciden alquilarlo para su próxima película. Esto junto al descubrimiento de la chica del abrigo de rojo, trastocará completamente la apacible vida de Alain.
La misteriosa Mélanie (la chica del abrigo de rojo) es un personaje que no podemos llegar a conocer muy bien pero que se define muy interesante. Allan Wood y su musa Solenè Avril son los elementos que aportan aire fresco a la vida de Alain al elegir su cine para su nueva película. Pero no se limitan a completar la historia, si no que evolucionan junto al protagonista y tienen su propia historia. El toque de humor, lo aporta el mejor amigo de nuestro protagonista: un hombre vividor, mujeriego y profesor de universidad. Éste aporta una visión distinta a la de Alain más práctica y nada romántica sobre la vida e intenta que su amigo se deje de tonterías y viva la vida.
La base es buena y tiene unos elementos que podrían hacer del libro una gran historia. París, cine, amor, gatos... Pero conforme van pasando las páginas me daba la sensación que todo iba demasiado deprisa. Habían momentos en los que apenas se reparaba y que me hubiera gustado disfrutar un poco más. Creo que la narración está poco desarrollada, cosa que me ha dado pena porque el libro no estaba mal y porque me complicaba conectar con la trama o disfrutar al máximo de ciertos momentos.
En definitiva, Atardecer en París es un libro entretenido e ideal para aquellos momentos en los que quieras una lectura ligera que no te exija mucha concentración. Una novela divertida, perfecta para soñadores y enamoradizos. El pero del libro es que me hubiera gustado que fuera más extenso y que alargara algunos momentos unas cuantas páginas más. Vosotros/as ¿Lo habéis leído? ¿Qué libro me recomendaríais que transcurriera en París?
Nos leemos,