Hay veces, cuando lees un libro, que la trama te parece tan aterradoramente real, que pasas por sus páginas de puntillas repitiéndote una y otra vez «esto no pasaría aquí«, con el objetivo de convencerte y sentirte un poco mejor. Por lo general el género de las distopías suele provocar en el lector el mismo sentimiento: miedo y curiosidad ante lo que podría pasar en un futuro cercano. Con The Handmaid’s Tale (o el Cuento de la criada) pasa un poco lo mismo: nos provoca curiosidad por saber cómo sería esa realidad, pero nos trastorna y nos provoca escalofríos al caer en que podría darse perfectamente en nuestra sociedad.
Hace poco más de un año descubrí la pluma de Margaret Atwood, autora canadiense que dio vida a The Handmaid’s Tale, y he de reconocer que disfruté muchísimo leyéndola. Me cautivó su forma de escribir, cómo describía los escenarios y cómo creaba a los personajes. En apenas unas 400 páginas conseguía meterte de lleno en la trama sin necesidad de adornos ni contextos. Y consigue hacerlo de una forma redonda en una historia espeluznante donde las mujeres se convierten en las piezas del ajedrez de Gilead, una sociedad totalitaria definida por los abusos, la muerte, el hambre y la esclavitud que sufren los habitantes.
Justo cuando lo terminé, HBO lanzó su adaptación cinematográfica. Una temporada con diez capítulos (de 50 minutos cada uno) donde lleva a la pequeña pantalla la trama íntegra del libro, aunque con ciertas libertades y diferencias. Si has leído el libro o solo visto la serie, puede que te gusten estas curiosidades. ¡Apunta!
Sobre la adaptación de El cuento de la criada
The Handmaid’s Tale o El cuento de la criada, se ha convertido en una de las series más prometedoras del año. Su primera temporada, estrenada en 2017, correspondía casi de forma íntegra con la trama de el libro de El cuento de la criada, publicado en 1985. Sin embargo, la segunda temporada que emite actualmente HBO España, es una prolongación de la historia que no podemos encontrar en libros.
¿Lo bueno? Que Margaret Atwood, la escritora, trabaja como asesora en la adaptación televisiva para asegurar ciertas líneas argumentales acordes a la historia original. ¡AH! Y como dato curioso, te cuento: la autora realiza un cameo en el primer capítulo de la serie. Interpreta a una de las tías que abofetea a June en el Centro Rojo. Si no te fijaste, echa un vistazo porque es un buen guiño para los fans de la escritora.
Y, para los fans de la serie, os adelanto otro dato: habrá tercera temporada de The Handmaid’s Tale. Al menos eso ha confirmado Hulu recinetemente. Eso sí, tendremos que esperar hasta la primavera de 2019 para poder verla.
DIFERENCIAS ENTRE LA SERIE Y EL LIBRO
Pero centrémonos. ¿Qué pasa con la adaptación? ¿Es fiel al libro? ¿Se toma muchas licencias? Lo cierto es que la adaptación televisiva es bastante fiel al libro. Existen ciertas licencias que se han tomado los guionistas que, en mi opinión, han mejorado la historia o tienen una razón de peso. Os cuento:
June Osborne, el nombre como signo de identidad
Esta es quizá una de las diferencias más visibles en la trama. En el libro nunca llegamos a saber (aunque se intuye) que June es el nombre de la protagonista. Siempre se la denomina como Offred. Por ello, que en la serie sea la propia protagonista la que haga suyo su nombre, indica una posición muy diferente a la protagonista del libro: la de querer ser libre y luchar por su propia identidad.
Para los que no lo sepáis, el nombre de «Defred»/»Offred» hace referencia a que quién pertenecen. Todas las criadas pierden su nombre propio en cuanto son asignadas a un esposo, pasando a llamarse «de»/»o» + su apellido. De ahí escuchar nombres como «Oferic», «Ofglen» y «Offred«.
El carácter de la protagonista
Una de las cosas más potentes de la serie es ella: Defred. Elisabeth Moss, la actriz que encarna el papel, consigue transmitir tantas emociones y sentimientos tan variados, que conectas al segundo con ella. Es capaz de pasar de la rabia, al asco o la desesperación en apenas unos gestos, lo que hace tan espectacular la serie. En ella, Defred es mucho más desafiante que en el libro. Es políticamente activa, participa en marchas y es mucho más «valiente».
Sin embargo, en el libro, es más pasiva respecto a los hechos que van pasando en los capítulos, no es tan desafiante y hay cosas que nunca se atrevería: como entrar al despacho del comandante sin ser invitada. Tampoco es tan activa con Mayday (la organización que lucha contra Gilead) como la serie nos deja ver.
La edad de los comandantes
Mientras que en el libro los comandantes (y Serena Joy) son personas que rozan la vejez, en la serie decidieron cambiarlo por personajes adultos y atractivos. Este hecho es curioso por varios aspectos: Por un lado, porque al ser más jóvenes quizá es más fácil entender la trama y la «necesidad» de tener hijos. Por otro, y esto es una opinión personal, porque así te mete de lleno en la crudeza de la situación.
Los comandantes y sus mujeres no pueden tener hijos no porque son mayores, sino porque la sociedad realmente sufre un problema de infertilidad. Aunque, claro, nunca se nombra este problema directamente. El tema de la infertlidad masculina es una especie de tabú, aunque en la serie sí se nombra en un capítulo.
De esta forma es más fácil intentar entender a los personajes y por qué hacen lo que hacen. Además, el personaje de Serena en la serie (por ejemplo) tiene muchísimas más líneas que en el libro, tiene más encuentros con June y podemos conocerla mejor a través de flashbacks. Algo que en el libro nunca pasa.
Luke y su destino incierto
En la serie hay otro aspecto que han exagerado por motivos narrativos: la presencia de Luke. Mientras que en el libro está presente en la memoria de la protagonista, sin llegar nunca a saber nada a ciencia cierta sobre él, en la serie hay escenas donde cobra mucha importancia.
Gracias a la adaptación conocemos más cosas sobre él: cómo consiguió escapar, cómo ayuda a Moira a sobrevivir y cómo es su día a día en Canadá.
Sin embargo, algo que personalmente valoro mucho de June es que, aunque evidentemente echa de menos a su pareja, lo único que le mueve a seguir con vida es encontrar y salvar a su hija. Irónicamente, para ella, los hombres son algo secundario. Aunque dominen completamente su vida.
¿Qué te han parecido las diferencias de The Handmaid’s Tale? ¿Añadirías alguna más? Mientras escribía esta recopilación he tenido que quitar datos interesantes sobre la historia para que la lectura no se hiciera eterna. ¿Sabes por qué las criadas van de rojo siempre? Dentro de poco os traeré un especial con algunas curiosidades extra. ¡Nos leemos!
Esta serie suena a:
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