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Frankenstein de Mary Shelley

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Imagina esta escena: nos encontramos en una casa colonial llamada Villa Diodati, en medio de una gran tormenta. A la luz de una gran chimenea se concentran varios escritores: Percy B. Shelley, Mary Godwin, su hermana Claire Clairmont y Lord Byron.

Llevan recluidos varios días a causa de un temporal, pese a ser verano, y, como el resto de noches, se divierten analizando avances científicos de actualidad y recitando relatos de terror gótico. En medio de la conversación, surge la idea, el reto: ¿Quién de ellos sería capaz de escribir el relato más aterrador? En esta idílica escena, todos los presentes se ponen a crear las bases de su propia historia.

Es en ese preciso momento no será donde nazca Frankenstein, pero esa noche sí será el detonante para que la autora sueñe con ello unos días después y dé a luz Frankenstein o el moderno prometeo, el libro cumbre de la escritora Mary Shelley.

De qué trata Frankenstein de Mary Shelley

Un emprendedor decide organizar un viaje en barco con una tripulación al completo. Le conocemos a través de las cartas que envía a su hermana con los avances de su investigación y cómo le hace sentir la experiencia del viaje. Un día, en una de esas cartas, le cuenta que han encontrado a un náufrago y a partir de ahí comienza a relatar su historia.

Viktor Frankenstein, el náufrago, es un joven estudiante de buena familia. Tras leer cientos de libros y estudiar las distintas corrientes filosóficas, el mundo de la ciencia le fascina de tal manera que decide dedicarse a ella.

Dentro de ese campo, lo que más le llama la atención es la capacidad de crear vida, objeto que pasa a primer término en su investigación. Le dedica tanto tiempo y lo hace con tal determinación que, una noche de tormenta, crea a la criatura.

Sin embargo, la visión del aspecto del monstruo es tan horrible que provoca un gran shock en Viktor, el cual termina huyendo de él. Tras esto, cae enfermo durante semanas en las cuales los remordimientos son tan grotescos que le producen pesadillas. Aunque las verdaderas pesadillas empiezan cuando la criatura comienza a matar a gente de su alrededor.

¡Cómo me horroricé al verme reflejado en el estanque transparente! En un principio salté hacia atrás aterrado, incapaz de creer que era mi propia imagen la que aquel espejo me devolvía. La criatura, en Frankenstein de mary Shelley.

Lo que hace especial el libro

Es curioso que uno de los libros más famosos de la literatura haya trascendido e incluso creado todo un símbolo, de forma errónea: Pese a lo que mucha gente pueda pensar, Viktor Frankenstein es el nombre de su creador, lejos de ser la criatura verde y deforme que hemos heredado de la cultura popular.

El libro, además, no trata sobre la criatura, sino sobre su creador. Conforme vas pasando las páginas descubres su obsesión por alcanzar la cumbre de su carrera, cómo lo consigue y los sentimientos que provoca en él. Después, entran en conflicto otra serie de reflexiones donde Frankenstein se plantea qué responsabilidades tiene él respecto a lo que ha creado. Sin pasar por alto los sentimientos de la propia criatura, que, dolida por el abandono total de su creador, no consigue ver ningún tipo de belleza en el mundo. Y su agonía se va haciendo cada vez más grande conforme sufre los rechazos y la pérdida de las personas que se cruza en su vida.

Quizá leer a estas alturas un libro como Frankenstein puede que no horrorice tanto al lector como lo hizo en la época. Sin embargo, el papel que este libro ha jugado en la historia de la literatura ha sido enorme, ya que muchos libros, películas y teorías de la ciencia ficción, se han inspirado en la obra de Mary Shelley. Un título, por cierto, que se enmarca dentro del género de novela gótica.

Quieres matarme. ¿Cómo te atreves a jugar así con la vida y la muerte?

La criatura, en Frankenstein de Mary Shelley.

Frankenstein refleja las inquietudes de la época

Para entender el contexto de la obra, es interesante remontarnos a las tendencias en las que se concibió Frankenstein en 1818. Aunque el origen de la vida ha sido algo que ha preocupado a muchos escritores e intelectuales, lo curioso de este libro es abordar la vida desde la muerte y como la electricidad consigue provocar el cambio de un estado (la muerte) a otro (la vida). En el momento en el que se empiezan a hacer más descubrimientos científicos y avances médicos, surgen muchas corrientes filosóficas que intentan abordar el papel, los límites las consecuencias que éstos tienen en él ser humano. Sin olvidar, tampoco, la estrecha relación que tenía Mary Shelley con la muerte, tras perder a su madre y a su propia hija.

En resumen, Frankenstein o el Moderno Prometeo es una auténtica joya. Me ha hecho pensar y reflexionar con casi cada frase, con cada página que pasaba. También que me ha sorprendido: Aunque sabía que Frankenstein no era la criatura, no sabía que el libro al principio se estructuraba en cartas ni tampoco que hubiese una historia paralela.  Creo que tiene tantas capas y tantos significados que es uno de esos libros a los que hay que acudir conforme pasa el tiempo. Para descubrir la soledad, la desolación, el ansia de vida y de conexión que Mary Shelley implora con su libro. Vaya maravilla.

Comienza a leer el libro de Frankenstein de Mary Shelley

Frankenstein, edición de Penguin Clásicos
Frankenstein edición ALMA clásicos. Ilustrada.
Frankenstein de Mary Shelley, edición Austral
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Miryam Artigas
Miryam Artigas

¡Hola! Soy Miryam Artigas, y llevo escribiendo en esta web desde julio de 2009. Adoro leer, la fotografía, ver películas y series, cuidar mis plantas y hacer yoga.

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