Comprar libros supone una actividad casi religiosa para muchos de nosotros. Rebuscar en estanterías, conseguir la mejor ganga en ésa librería de segunda mano o salir de la tienda con tu ejemplar nuevo dentro de la bolsa de papel mientras paseas, es un ritual casi mágico.
Sin embargo, conforme pasan los meses, me he dado cuenta de la cantidad de libros que acumulamos en nuestras estanterías y que al final se acaban quedando justo ahí: en las estanterías llenas de polvo.
Vivimos en una sociedad consumista y todo nos lleva inevitablemente a eso: a gastar, a comprar y a «no sentirnos felices» si no lo hacemos. Pues bien, aunque odie esa premisa he de contaros que he caído, como la que más, en esta «enfermedad». ¿Qué diría Marie Kondo?
El año pasado no leí novedades literarias porque estuve poniéndome al día con Canción de Hielo y Fuego. Y si, eso me dio la oportunidad de poner mis estanterías a cero. Sin embargo, en los últimos meses, me he visto envuelta en una nebulosa de consumismo que amenaza con hacerse con mis ahorros y con mi casa.
Me he dado cuenta de que no he sido la única que se ha cansado de este despropósito. Y, aunque este post no vaya en contra de comprar, sí que quiero hacer una pequeña reflexión sobre la manía que tenemos de amontonar cosas.
Por qué dejar de comprar libros (por el momento)
Tranquilos, ¡tranquilos! No me he vuelto loca. Soy la primera que se siente feliz a la hora de salir a la caza de la ganga. Sin embargo, creo que a los que nos gusta leer también nos gusta seguir a booktubers, bloggers, cuentas de Twitter, etc… es decir, ¡estamos cada día siendo impactados por cientos noticias de libros! ¿Cómo evitar comprarlos todos si no hacemos más que encontrar historias que queremos leer? Es genial estar informado, lo que no es tan bueno es comprar sin mesura y acabar dejándolos todos amontonados en cualquier lado.
Por ejemplo, Isa del canal Isartvlog, planteó una interesante iniciativa llamada ‘Estanterías a cero’. El reto consistía en coger 15 libros de tus estanterías . Es decir, que hasta que no terminaras de leerlos, no podrías volver a comprar libros. Difícil, ¿verdad? Os dejo con el vídeo donde lo explica:
A mi me parece una iniciativa muy buena. Aunque todavía no sé si la seguiré, lo que si he hecho es hacer una foto de mis libros pendientes. Esto me ha ayudado a darme cuenta que en mis estanterías reposan varias lecturas interesantes. Os dejo la foto a continuación:
Cómo evitar amontonar libros
Hace años que decidí que no quería amontonar todos los libros que leía. Compro muchos en librerías de segunda mano, tomo préstamos de la biblioteca, recibo envíos de editoriales… ¿cómo acumular todo eso? La respuesta es sencilla: es imposible. Por ello decidí que buscaría otras opciones para darles una segunda vida a aquellos libros que no me habían marcado.
Y es que, cuando leo un libro, si me ha gustado mucho lo paso directamente a mi estantería. Si no me ha dejado ninguna huella, lo regalo. Es un sistema sencillo pero eficaz. Existen muchas opciones para evitar acumular libros y sé que muchos me diréis que no podéis deshaceros de ellos. Y lo entiendo. Yo también tengo mi biblioteca privada que no daría jamás, la cual nutro poco a poco en base a pequeñas adquisiciones. Pero también he acabado entendiendo que el espacio es limitado y que hay mucha otra gente que disfrutaría leyéndolos también.
Alternativas como el Bookcrossing me parecen maravillosas. Yo suelo pasárselos a amigos/conocidos, llevarlos a bibliotecas o a librerías como Tuuu librería. Porque además de sentirte bien porque sabes que ese libro tendrá una vida más larga, es una forma genial de dejar hueco a nuevas historias.
¿Vosotros/as qué pensáis? ¿Seríais capaces de hacer el reto de ‘estanterías a cero’ o donar parte de vuestros libros?
